INSTITUTO “JESÚS NIÑO” NIVEL SECUNDARIO ACTO DE COLACIÓN 2020-
Secundaria
18/12/2020
Autoridades presentes, profesores, estimados padres, queridos chicos.
Hoy debería ser un día en el cual recordamos todo lo hecho en un año, hacemos balance, sacamos conclusiones. Pero si bien podemos hacer nuestro análisis, quedarán espacios y silencios que no podremos poner en palabras.
La gran ambición del hombre, su afán de poder y dominio ha logrado separarnos de nuestros afectos, de nuestras vivencias como estudiantes, como trabajadores, como novia, como novio, como amigos y en algunos casos no poder despedirnos de seres queridos que ya no se encuentran entre nosotros.
Muchas veces nos sentimos como marionetas y limitados sin poder expresar nuestras emociones y deseos de juntarnos, de abrazarnos y compartir un mate.
La vida nos dio un golpe bajo, nos mostró de manera muy cruda que somos seres limitados, vulnerables y que necesitamos del otro para dar sentido a nuestra existencia, para salvarnos. EL PAPA FRANCISCO nos decía: “Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos”.
Pero hay algo que ustedes poseen y es la “juventud” para enfrentar retos y desafíos. Para avanzar con entusiasmo y alegría. No tengan miedo de ser ustedes mismos, sean prudentes, auténticos, audaces y ambiciosos.
Valoren a sus padres, a su familia, sean siempre respetuosos, amables y agradecidos. No se lamenten por aquello que no tienen o no lograron. Sean persistentes, tenaces y perseverantes. El mundo es de los valientes, de los que arriesgan. Sean virtuosos y no se olviden de confiar en DIOS, Él nunca los defraudará.
Sigamos el ejemplo que nos dice el Papa cuando se refiere a la generosa entrega de personas comunes “corrientemente olvidadas” que no aparecen “en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show” pero, sin lugar a dudas, “están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo”.
Y por supuesto no nos olvidemos de los educadores que son también padres, esposos, esposas, hijos, amigos, colegas, compañeros. Ellos desde el principio estuvieron a “capa y espada” entregando su tiempo, su conocimiento, su paciencia, su escucha. Este es mi reconocimiento, mi admiración y agradecimiento hacia ellos, que no dieron el brazo a torcer, trabajando a deshora, con la misma profesionalidad de siempre. Realmente demostraron su capacidad de resiliencia, de empatía y tolerancia. Aprendamos de nuestros profesores que continuaron en la batalla diaria de no bajar la calidad educativa y aprender a trabajar con nuevas tecnologías.
MUCHAS GRACIAS!!!!